Es demasiada la vida que hay en ti como
para contentarte con vivir de pequeñas migajas,
y sólo de cuando en cuando.
Eres demasiada persona
para que te engañes a ti mismo y a los otros
vegetando en este mundo.
Es demasiado reseca la tierra que pisas
para que no veas que pueda nacer una flor.
Es demasiado el bien que puedes hacer dando la vida,
que llega a ser una injusticia el reservártela.
Es demasiado grande la fuerza del compartir la vida,
para que te emperres en vivir como un egoísta.
Es demasiado verdadera la felicidad,
para que la busques en tonterías.
Es demasiado liberador el mensaje de Cristo,
para que continúes encadenándote tú mismo, sin esperanza.
Está demasiado presente la Cruz de Cristo,
para que los problemas te puedan vencer.
Es demasiado vivificante el Espíritu de Dios,
para que te puedas cerrar una vez más.
¡Es demasiada vida la vida, para que no la celebres !
Abre las manos, el corazón y la mente y
déjate agarrar por la vida nueva !
M.Ferrés, en el libro:"Dios cerca" de Jordi Daví
para contentarte con vivir de pequeñas migajas,
y sólo de cuando en cuando.
Eres demasiada persona
para que te engañes a ti mismo y a los otros
vegetando en este mundo.
Es demasiado reseca la tierra que pisas
para que no veas que pueda nacer una flor.
Es demasiado el bien que puedes hacer dando la vida,
que llega a ser una injusticia el reservártela.
Es demasiado grande la fuerza del compartir la vida,
para que te emperres en vivir como un egoísta.
Es demasiado verdadera la felicidad,
para que la busques en tonterías.
Es demasiado liberador el mensaje de Cristo,
para que continúes encadenándote tú mismo, sin esperanza.
Está demasiado presente la Cruz de Cristo,
para que los problemas te puedan vencer.
Es demasiado vivificante el Espíritu de Dios,
para que te puedas cerrar una vez más.
¡Es demasiada vida la vida, para que no la celebres !
Abre las manos, el corazón y la mente y
déjate agarrar por la vida nueva !
M.Ferrés, en el libro:"Dios cerca" de Jordi Daví
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